Aida me dio una sorpresa un día...
Me entregó una bolsa preciosa, donde venía una caja decorada con esas manos de hada que tiene, que escondía en su interior un pequeño tesoro...
¡Una casita con un diminuto Nacimiento en su fachada!
Porque sabe que me gusta mas un Nacimiento que un plato de bombones... ;-)
Se le puede meter una velita y queda iluminada por dentro, creándose una magia especial...
Adela, me mandó a su vez otra maravillosa sorpresa...
¡Una encantadora abuelita/costurero, hecha toda a ganchillo!
(¡que paciencia, amiga!)
Mullida, para poder poner los alfileres y con huecos para dedal, tijeras y otras cosas de costura...
Da pena pincharla con los alfileres, ¿verdad?
Los brazos, articulados...
Todo el delantal sirve para guardar cosas, como podéis ver...
Y para completar, unos jabones, hechos por ella, con aloe vera, aceites naturales y jazmín, rosas o romero...pura salud para la piel...
Los letreros se los hizo su hijo, un gran artista gráfico que de raza le vendrá digo yo, con la madre que tiene...
Y todo guardadito en esta caja decorada por ella...
Ya os imagináis lo contenta que estoy con tanta sorpresa, ¿verdad?
Aida, Adela...¡¡mil gracias por acordaros de mi!!