Y POR FIN...

Aquí está la última cosa que me quedaba por enseñaros de mi modesta contribución al cobertizo/invernadero de mi amiga. 

Resulta que como en esta zona hay tanta, tanta humedad, el agua ha ido afectando a un precioso barreño de estaño, nuevecito, al que ha oxidado, dejándolo así...

 

Y no solo eso sino que, al irse llenando de agua de lluvia, han conseguido crecer dentro algunas plantas acuáticas como juncias y nenúfares...

 

Como veis, el resultado del mal tiempo ha sido algo inesperado ¿verdad?...

La oxidación la imité con las técnicas de los maquetistas para este tipo de trabajos, el agua con gel de velas y los nenúfares y hojas los hice de fimo, después de buscar por internet imágenes para ver como eran exactamente...

Ahora solo me falta ver como le quedará cuando esté todo colocado y disfrutar con ello, pero la verdad es que ya solamente haciéndole estas cosas...

¡lo he pasado divinamente!